-
Arquitectos: Mollinedo Arquitectura
- Área: 4000 m²
- Año: 2023
-
Fotografías:Jesús Granada, Francisco Sánchez, Alfonso Mollinedo
-
Proveedores: Saint-Gobain, Bestile, Europerfil, Gabelex, Grupo Sopena, Luymar, Mitsubishi, Realonda, Vox Meubles
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La idea de cómo intervenir en este territorio nace de observar cómo las aceitunas caen al suelo, algunas medio enterradas, otras apoyadas, dispersas. Lo interesante son las relaciones intersticiales entre ellas, sus vacíos y las referencias volumétricas. Mimicando esta forma, proponemos modulaciones geométricas hexagonales para las diferentes utilidades: un almacén de extracción de aceite de oliva; una bodega de aceite; un almacén de instalaciones auxiliares; un espacio de recepción, una tienda y sala de conferencias, así como espacios de oficina, laboratorio, personal y baño.
Utilizar un módulo ayuda a entender la implementación y la reflexión sobre la repetición orgánica. Implantar estas piezas en el suelo, relacionadas por sus intersticios y vacíos, muestra una decisión natural, flexible, orgánica y modular como reflejo del efecto de superposición y movimiento en ese juego infinito de arbitrariedad con el que las aceitunas caen sobre la tierra. Localizar las piezas, generar movimientos de tierra y plantaciones alrededor de sus contornos, y texturizarlas a través de un envolvimiento completo de recubrimientos ligeros similares en color al aceite de oliva convierte esta idea en un atractivo armonioso e integrador.
La entrada aparece desde su acceso arbolado, dando la bienvenida con una plaza hexagonal ajardinada ejecutada con un rompeolas que permite el estacionamiento de vehículos públicos y privados, así como autobuses. Se utiliza la estrategia de camuflaje arquitectónico y paisajístico, donde la forma hace que pertenezca a la tierra. Los mismos recubrimientos exteriores en la fachada y el techo jugarán un papel mimético y atractivo.
Decidimos que la unión de cuatro módulos hexagonales formaría la bodega, en directa alegoría a la flor de aceituna. Están semi-enterrados para formalizar montículos que son ajardinados y, cuando las plantas crezcan, integrarán todo en el terreno, enseñando la belleza de la naturaleza, a la que pertenece. Facilitamos no solo el acceso exterior para el mantenimiento, sino que también se puede visitar el interior.
Desde la entrada, se puede ver la recepción y la tienda de aceite, así como un gran espacio con jardines interiores en la intención expresiva de que estas piezas pertenecen al exterior. Una sala de conferencias cierra este primer espacio. Un pasillo de vidrio conecta la recepción y las salas de administración, incorporando otros jardines interiores y abiertos. En un extremo están los baños generales y al final los espacios destinados al laboratorio y área de personal. Desde la recepción, otro pasillo nos conecta con las bodegas. Hemos rescatado la belleza de la tierra uniéndola con la producción industrial de aceite de oliva para la promoción del turismo oleícola en la provincia.